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centaurodeldesierto

Los libros leídos en el 2009

 

El primer artículo que escribí en este blog hablaba de Tony Hillerman, escritor de novelas policíacas que tenían como protagonistas a dos policías navajos. En ese artículo confesaba la asignatura pendiente que era para mí la novela negra. He intentado subsanar en parte esto a lo largo del pasado año, no porque fuera una meta a priori, sino porque es un género que cada vez me llama más la atención. Cosecha roja de Dashiell Hammett me encantó, es un libro con mucha acción, saturado de ácidos diálogos, con una trama muy compleja cuyo acabado es brillante. Su protagonista, el Agente de la Continental, es un tipo duro, manipulador, que resuelve los casos a base de patearse las calles. Al parecer esto ha creado escuela y así lo podemos ver en la saga Berlin Noir del escritor escocés Philip Kerr, en la que el detective Bernard Gunther investiga casos en la Alemania nazi. Gunther también es ácido, pero el acabado resulta algo forzado, da la impresión de que éste tiene que soltar un chiste a cada frase. Quizás lo mejor de Berlin Noir y sobre todo de Violetas de Marzo (parte primera de la trilogía), sea lo bien desarrollado que está el contexto histórico. Contrario a ese tipo de novela negra de hombres duros y humor corrosivo, está Galíndez del ya fallecido Manuel Vázquez Montalbán. Galíndez es una novela reflexiva, comprometida, que habla de la memoria histórica, de la necesidad de no olvidar. Basada en hechos reales, en ella se van desgranando algunas de las claves de la misteriosa desaparición en plena Quinta Avenida de Nueva York del que fuera representante del gobierno vasco en el exilio ante Estados Unidos Jesús de Galíndez. En concreto esta novela tiene un primer capítulo magnífico en el que se acerca de una manera muy hermosa a algunas de las esencias del mundo vasco. También de la mano del género policíaco viene una de las grandes decepciones del año, El Padre Brown. Sentía curiosidad por el pequeño sacerdote católico creado por G.K. Chesterton, autor al que grandes como Borges guardaban especial admiración. Bien, tanto El candor del padre Brown como La sagacidad del Padre Brown, como mucho me puede resultar algo distraído, pero para nada un ejemplo de maestría literaria. Las aventuras del padre Brown me resultan previsibles y sin ningún aliento de emoción o intriga.

Fuera ya de la novela negra está una de las mejores lecturas que he tenido este año, Los viajes de Gulliver al que ya dediqué una reseña en este blog. Maravilloso libro que recomiendo a todo el mundo. El siglo de las luces de Alejo Carpentier también me gustó mucho. La historia de cómo las ideas de la revolución francesa desembarcan en el Caribe de la mano de Victor Hughes, me parece deslumbrante. Además el lenguaje barroco usado por Carpentier, más que hacer perder al lector, lo que hace es meterte de lleno en ese mundo en ebullición que fueron las postrimerías del siglo XVIII. También en este año pasado leí tres novelas de Paul Auster: Un hombre en la oscuridad, Brooklyn Follies y El palacio de la luna. El estilo de Auster me gusta, me engancha y sus personajes me resultan totalmente verosímiles. Es un narrador de historias, historias dentro de historias que se entremezclan y que recorren cada una de sus novelas, aunque dichas novelas no tengan porqué ser especialmente buenas. Un hombre en la oscuridad tiene un final que salva por los pelos una novela que se queda coja, Brooklyn Follies es una novela agradable que te deja una sonrisa en la cara y El palacio de la luna, tras un prometedor arranque y un gran desarrollo tiene un final decepcionante. Estos tres libros de Auster me pegaron al sillón, pero ni de lejos se acercan a Leviatán y a El libro de las ilusiones. De Félix J. Palma la novela de ciencia ficción El mapa del tiempo me resultó algo forzada y sobre todo previsible, aunque no por ello habría que desmerecer algunos buenos giros, que los tiene. Chesil Beach es una novelita que se lee rápido, muy poética y muy bien escrita, aunque no una obra maestra como algún publicista ha subrayado. Las decepciones vinieron a finales de año con El gran Gatsby de Scott Fritzgerald y Los herederos de William Golding. El gran Gatsby es una novela fácil de leer, pero a pesar de su corta extensión considero que tiene mucha paja y que lo que quería decir su autor se podría haber hecho a través de un relato. Lo mismo tengo que decir de la novela de Golding Los herederos, novela sobre la que tenía grandes expectativas. Por mi experiencia con la genial El señor de las moscas, sabía que entrar en el autor británico era difícil. Sin embargo, nunca consigo conectar con la banda de neandertales y sus problemas que luchan por sobrevivir con otra banda de homo sapiens. Me aburrió mucho Los herederos.

Mientras leía algunos cuentos de Benedetti recibía las noticias de su muerte. Gran autor, los cuentos recogidos en Geografías  son un ejemplo de literatura comprometida y contra lo que se pudiera pensar no fría, sino llena de vida, cálida, cercana. También dentro del cuento el conjunto de relatos de Woody Allen Pura Anarquía me resultó muy divertido, aunque siempre preferiré al Allen director de cine, el que nos ha dejado obras maestras como Hanna y sus hermanas, Zelig, Annie Hall o Desmontando a Harry.

En lo que se refiere a libros de historia el libro que más me ha gustado, sobre todo en los primeros capítulos es el de Introducción al estudio de la historia de Josep Fontana. En el que abordando diversos temas como la demografía, la agricultura, la industria o el Estado, se hace un repaso histórico que llega hasta nuestros días. Es un libro que como el mismo autor dice en su prólogo pretende estimular el "pensar históricamente" para comprender mejor el mundo en que vivimos. También me gustó mucho La Wehrmacht. Los crímenes del ejército alemán de Wolfram Wette, en el que el historiador no duda en inculpar al ejército alemán de la barbarie nazi, cuando tradicionalmente ha salido indemne, poniéndose la pelota en el tejado de manera exclusiva en las SS. La primera parte del libro es muy interesante, ya que se nos muestra como ideas que pertenecían al ideario  nacionalsocialista como el racismo pseudocientífico o el antibolchevismo estaban profundamente arraigadas en el seno del ejército alemán desde finales de la Gran Guerra e incluso antes. El libro Norte contra Sur del periodista Jesús Hernández me pareció una buena obra de divulgación sobre un tema, la Guerra Civil de los Estados Unidos, sobre el que apenas hay bibliografía en castellano. Precisamente acerca de Estados Unidos y su génesis he leído un poco este año, un tema que me es cada vez más fascinante. Así, el libro de Gore Vidal La invención de una nación y Contrahistoria del liberalismo de Domenico Losurdo trataban sobre esto. Sin embargo, si en el libro de Vidal a pesar de sus críticas se percibe una admiración por los padres fundadores (Washington o Jefferson), en Contrahistoria del liberalismo se muestra como la Revolución Americana y la idea de autogobierno proclamada por los colonos rebeldes no fue sino el establecimiento de una democracia y una libertad para unos pocos, estando un importante sector de la población sometido a la esclavitud. De Noam Chomsky leí una recopilación de artículos, Sobre el anarquismo, en el que el autor estadounidense subraya la importancia de algunas ideas ilustradas en la configuración de la acracia, cosa que también corrobora Cappeletti en su Prehistoria del anarquismo, del que tiene un capítulo dedicado a William Godwin de lo más interesante. En contra de esta tesis se situaría Naturaleza, ruralidad y civilización de Félix Rodrigo Mora. Es un libro un tanto desequilibrado, en el que se idealiza como si fuera una especie de arcadia al mundo rural anterior a la caída del Antiguo Régimen, y que está plagado de aseveraciones que se dicen históricas más que discutibles. También de Juan Gómez Casas leí Sociología del anarquismo hispánico, en el que el autor trata de explicar el porqué del arraigo de las ideas libertarias en la Península Ibérica. Ideología de la conquista en América Latina del chileno Vila Riquelme me pareció un ladrillo de libro, las cosas que dice son interesantes, pero para señalar que América Latina siempre se ha intentado fijar en otros modelos -en concreto el occidental- y propugnar frente a esto el asamblearismo, la democracia horizontal, la igualdad social y el fin del Estado, no es necesario hacer elucubraciones tan sesudas y trascendentes. Finalmente dentro del género periodístico me gustó mucho con todo el bombo que nos dieron el pasado año 23-F La verdad de Francisco Medina. No es un libro de historia y está configurado como si fuera un reportaje, pero me parece que es un libro muy a tener en cuenta si se quiere entender que pasó el 23F. Es un libro que me dio mucho miedo al pensar ¿En manos de quién estamos?

 

2 comentarios

Jose Joaquín -

Yo me he leído la tetralogía de Berlín Nor (que ahora es una pentalogía, por cierto) y desde luego ha sido un placer. Lo mejor de la literatura negra de los 30 y 40 mezclado con el relato histórico. Kerr es un genio, desde luego, y reconstruye de forma muy creíble la Alemania de los 30 y los 40.

Mi preferida, no obstante, es la segunda: "Pálido criminal".

pekk -

Bueno, bueno, si es que te marcas un "nivelito" con este artículo que cualquiera te comenta algo ennnn, en fin, tomaré nota para codearme algo contigo en el próximo balance del 2011; confesar que me has animado para leer este año más y mejores lecturas, aunque vaya, uno de los libros recomendadísimos que leí el pasado año fue el de Joseph Conrad, "El corazón de las tinieblas" y fue el que, con diferencia, menos me gustó, así que espero que no me pase lo mismo con otro que estoy deseandito hincarle el diente,"El canon occidental" de Harold Bloom, aunque de este espero muchas gratas enseñanzas (lo sé), con que en fin, ya te iré contando!!!