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centaurodeldesierto

Un paso atrás

Todas las generaciones han cargado las tintas contra las generaciones venideras. Ya en tiempo de los romanos Catón el viejo o Catulo hablaban de la degeneración en la que había caído la sociedad y de la que se alimentaban los jóvenes, contraponiéndola con la de sus padres, idealizada y bañada en oro. Normalmente este ha sido un argumento conservador, que se resiste a los cambios que se dan en todas las sociedades. Sin embargo, no puede dejar de preocuparme lo que veo entre las nuevas generaciones de hoy en día. Por suerte o por desgracia me dedico a bregar con niños en plena pubertad y adolescentes. Es mi trabajo y encuentro, a pesar de las dificultades, alicientes y motivaciones. Entre los más jóvenes hoy en día sobre todo lo que me preocupa son los valores que los dominan. La solidaridad se convierte en una quimera, y el egoísmo, la superficialidad y el culto al bienestar personal a base del mal ajeno es lo que se estila. Valores como el esfuerzo, la inteligencia, el saber... comienzan a estar mal vistos, primando por el contrario una cultura del pelotazo producto de la ingesta durante horas y horas de algún producto televisivo altamente tóxico.

No es mi intención pintar con esto un cuadro apocalíptico de lo que viene, pero los valores que preconizaran los ilustrados de la razón, la virtud, debidamente ensamblados con el de la solidaridad y el apoyo mutuo, desaparecen en este miasma del yo sobre el tú, de no considerar a nuestros semejantes como iguales. Cada vez se vive más en una isla y producto de ello no nos movilizamos ante el dolor ajeno; y cuando ese dolor nos atañe por circunstancias, directamente a nosotros, no nos movemos porque consideramos que somos gotas de agua y no un océano. Por supuesto que de espíritu crítico entre nuestros adolescentes ni hablar, y aunque los gestos de supuesto antiutoritarismo hacia el profesor, que están a la orden del día, priman, lo cierto es que tras esto no encontramos sino muy poca autonomía, mucha delegación en otros y escasa responsabilidad.

Sería cínico señalar que estos valores que se hunden como un barco en mitad de un naufragio eran los que han primado en los últimos doscientos años. Sería como caer en un pasado idílico que nunca existió. Sin embargo, para la gente crítica con el mundo en el que se vive hoy, ver que la solidaridad y el apoyo mutuo, la razón o la lucha por salir de la ignorancia son cosas que cada vez se diluyen más y más, desapareciendo como un azucarillo en el café, entristece. Supone un paso atrás para que el hombre salga de las cavernas. Supone un paso atrás para el deber de un rojo amanecer.

 

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