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centaurodeldesierto

Los libros leídos en el 2010

Aunque un poco tarde, me dispongo a comentar los libros leídos en este año pasado del 2010. Ha sido un año fructífero en el que el volumen de lecturas ha sido bastante alto en comparación con otros años. Básicamente las lecturas, con alguna excepción han girado sobre tres vértices: el cuento, la novela negra y la historia.

Si en el año 2009 el género del cuento lo aparqué mucho, no puedo decir lo mismo del año 2010. El cuento siempre ha sido un género literario que me ha gustado mucho y que de manera modesta incluso he practicado alguna vez. Particularmente siempre he sentido predilección por el cuento fantástico clásico. Me refiero a autores como Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawthorne, Sheridan Le Fanu, el alemán E.T.A. Hoffmann o Lovecraft , ante cuyas historias siempre me gusta volver. En este sentido fue un placer leer la colección que sacó El País de cuentos fantásticos y de terror a principios del año pasado, en la que aparte de los autores mencionados me encontré con muy gratas sorpresas, caso del cuento El invitado de Drácula de Bram Stoker, El clan de los parricidas de Ambrose Bierce y sobre todo los cuentos de Horacio Quiroga –El almohadón de plumas o La insolación-, que me pareció un auténtico maestro para saber extraer el terror de lo cotidiano. También dentro de esa colección hubo sus decepciones en los cuentos de Emilia Pardo Bazán o en los cuentos de Washington Irving extraídos de sus Leyendas de la Alhambra, que me parecieron bastante insulsos. Dentro del género fantástico, pero ya fuera de la colección editada por el periódico de Prisa leí con interés algunos cuentos de Cortázar, al que hasta entonces nunca había leído. He de admitir que tiene algunos cuentos magistrales –La noche boca arriba creo que es el cuento que más me ha gustado de los que he leído este año- y que es un maestro en el ejercicio de la escritura y en cómo hacer que te adentres en sus relatos. Sé que es un escritor laureado, considerado uno de los grandes cuentistas de la historia de la literatura, pero quizás por las expectativas que me habían creado esperaba más. No soy para nada un erudito de la literatura, jamás he leído un libro de crítica literaria y desde aquí doy mi opinión como mero lector; en ese sentido deben de tomarse mis palabras. Creo que algunos autores han querido emular a Cortázar en esa cotidianeidad, de la que éste sabía sacar punta y así, me encuentro con cuentos muy bien escritos pero que luego no dicen nada y carecen de argumento. Ese fue el caso de Roberto Bolaño y sus Llamadas telefónicas y el de Juan Bonilla y El estadio de mármol. De este último había leído algunos volúmenes suyos de cuentos como Minifundios, El que apaga la luz y La noche del Skylab, en los que había encontrado una voz bastante original, no exenta de ironía, con una notable capacidad para sorprender al lector. Sin embargo a excepción de Vitíligo, El estadio de mármol me aburrió bastante, teniendo más de prosa poética que de relato; muy bien escrito eso sí, pero sin la tensión necesaria para que te emocione. Si Llamadas telefónicas de Bolaño me pasó bastante inadvertido, no puedo decir lo mismo de La literatura nazi en América, libro configurado a modo de pequeña enciclopedia ficticia sobre autores americanos del siglo XX de extrema derecha. Es una obra inclasificable, que se lee con mucho interés, casi de seguido, y que tiene un último cuento –a partir del que el autor escribiría su novela Nocturno de Chile- que tiene un punto de angustia y zozobra, que nos hace ver muy a las claras que el malogrado escritor era una voz con una imaginación y un talento al alcance de muy pocos. Finalmente dentro del cuento leí una de las primeras obras del nobelizado Vargas Llosa, Los jefes, cuyo estilo seco y realista creo que le debe mucho al gran escritor mexicano Juan Rulfo, aunque sin la brillantez de éste.

Dentro de la novela negra, acabé por leer todos los libros de Philip Kerr de la serie Berlín Noir y protagonizados por su detective Bernard Gunther. La habilidad de Kerr reside en hacer de Gunther un personaje muy real –aunque el lector no deje de escapar una sonrisa ante la enésima vez en la que el detective sale ileso de los atolladeros en los que se mete-, pero sobre todo a la hora de trazar el contexto histórico del III Reich y la inmediata posguerra en el que se mueve el personaje. No obstante, Kerr no consigue aprehender la realidad latinoamericana y muy especialmente la Cuba prerrevolucionaria en la que acaba por insertar a Gunther. Asesinato en el Comité Central de Vázquez Montalbán, me pareció una obra clarividente de lo que le acabaría por ocurrir al Partido Comunista cuando comenzara su andadura en la democracia española –no hay que olvidar que la obra se escribió a finales de los setenta-. Cronista excepcional de la transición, los libros de Vázquez Montalbán y su detective Pepe Carvalho serán fundamentales para los historiadores que se quieran acercar a aquella época de la historia de España. La mejor novela negra que he leído este año pasado y de la que ya edité una reseña en el blog ha sido sin duda El poder del perro, que trata sobre el mundo de la droga en México y la frontera con Estados Unidos. También leí dentro del género tres novelitas de la francesa Fred Vargas (Que se levanten los muertos, El hombre de los círculos azules y Huye rápido, vete lejos), fácilmente digeribles y muy bien redactadas, sorprendiéndome muy gratamente. Para terminar con la novela negra a finales de año, leí del islandés Arnaldur Indridason El hombre del lago, que me pareció una novela al igual que Islandia, fría.

En lo que se refiere a libros de historia, lo primero que leí en el 2010 fue el libro Fermín Salvochea (1842-1907): Historia de un internacionalista, editado en Cádiz y dirigido por mi buen amigo José Manuel Mato, en el que se hace un acercamiento al anarquista gaditano a través de su contexto histórico e ideológico. También leí el clásico de Gabriel Jackson La República y la Guerra Civil, obra escrita en los sesenta y pionera en su tiempo ya que contradecía con mucho rigor todos los mitos elaborados por el franquismo sobre dicho período. Es una obra honesta, pero que presenta un profundo desconocimiento sobre qué es el anarquismo, movimiento de gran importancia en la época de la república y la guerra civil, cayendo en los lugares comunes que presenta a los anarquistas como una mezcla de bandoleros románticos y terroristas combinado con una pátina de ingenuidad. Con interés leí en el verano del 2010 Historia de la Unión Soviética de Carlos Taibo, en el que se subrayaba lo alejado que estaba del socialismo y sus principios del experimento soviético. Finalmente, este año he leído sobre todo libros de historia relacionados con el nazismo. Me llamó particularmente la atención Nazismo y revisionismo histórico de Pier Paolo Poggio, donde el autor hace una aguda crítica sobre el fantasma revisionista que no hace sino minimizar los crímenes nazis y cómo dicho fenómeno se instala en la vida política de muchos países europeos caso de Alemania e Italia. También de Sergio Bologna me pareció muy sugerente Nazismo y clase obrera, donde el autor señalaba los mecanismos que usaron los nazis para adentrarse en los barrios obreros y la contestación de las formaciones proletarias al nacionalsocialismo antes y durante el III Reich.

Por último también leí algunas cosas infumables como el voluminoso Mason y Dixon de Thomas Pynchon y del que apenas entendí nada; algo de novela histórica con la prosa decimonónica de Víctor Hugo –ya nadie escribe así- y su obra sobre la revuelta de La Vendée El noventa y tres; algo que aspira a ser novela histórica caso de Los pilares de la tierra del afamado Ken Follett –a pesar de todo me gustó y me enganchó el libro-; la maravillosa obra satírica de George Orwell Rebelión en la granja y que sin duda habría de ser un libro de obligada lectura en las escuelas; una novela insulsa de Paul Auster (La música del azar); un canto a la naturaleza y a la vida con Regreso a la tierra de Jim Harrison; algo de novela victoriana a caballo entre la aventura y la ciencia ficción: el Ella de Haggard; un escueto librito muy didáctico sobre el mercado y la globalización de José Luis Sampedro.

1 comentario

erpereh -

!Coño!!Y yo creía que había leído bastante este año! Je,je,je