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centaurodeldesierto

Cuando las aguas vuelven a su cauce

Y las aguas volvieron a su cauce… Tras el enfado formal que se viene arrastrando desde verano, eso que llaman los sindicatos mayoritarios, han vuelto a sentarse con el gobierno y con la patronal para sellar un nuevo acuerdo sobre las pensiones. Atrás quedaron esos lejanos tambores de guerra que parecían anunciar una nueva huelga general y Toxo y Méndez, muy ufanos ellos, han vuelto a dar un paso más en el recorte de los derechos de los trabajadores y su desmovilización.

Sin embargo, bueno sería advertir la encrucijada en la que se encuentran estos tipos y todo el ente burocrático que los acompaña. Son muchas las bajadas de pantalones que llevan haciendo CCOO y UGT desde los Pactos de la Moncloa, por lo que no han hecho sino tirarse tierra encima, volviéndose cada vez más dependientes de Papá Estado. Y claro está, bajo las faldas calientes de mamá se está muy bien, entre subvenciones, restaurantes, y curso de formación, con maletín para acá y maletín para allá; olvidándose que realmente estos sindicatos tendrán alguna legitimidad hasta el día que los trabajadores dejen de apoyarlos y ya muchos no vean la necesidad de sindicarse si no se va a repartir trigo. Bueno, ese día está llegando, y ya no faltan voces desde la derecha que tergiversando el discurso claman por la irrelevancia de los sindicatos, cuando CCOO y UGT no son los únicos que hay, por la poca necesidad que hay de contar con ellos. Pienso: Si cada vez se criminaliza más el derecho a huelga, si a los trabajadores se les dice continuamente aquello de Dios aprieta pero no ahoga, si muchos caen en la trampa de creerse que CCOO y UGT es el único ¿modelo de sindicalismo? No hace falta ser muy tonto para adivinar por donde vendrán los palos.

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