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centaurodeldesierto

¿En manos de quién estamos?

 

Reconozco que a veces me dejo seducir por las efemérides y las necrológicas, por el bombardeo mediático que estas pueden llegar a suscitar… Ya recordaréis algunos que comencé este blog hablando de Tony Hillerman al que había descubierto tras leer la noticia de su muerte. Quizá haya en todo esto un cierto morbo, un cierto gusto por la novedad, no lo sé. Sin embargo, y sin intentar justificarme no creo que haya sido el único que empezó a escuchar a Nirvana justo después de la muerte de Kurt Cobain, así como tampoco –y si no ahí está eso que llaman share- fui la excepción que se apuntó a rememorar el 23-F a través de la producción presentada por TVE. Anualmente, llegando el mes de Febrero los telediarios no cesan de recordarnos este importante hecho con el siniestro Tejero entrando en escena; incidiendo en lo cerca que estuvo de palmarla la joven democracia española; resaltando el valor de algunos periodistas en su firme decisión a informar; subrayando la determinación del rey de no ceder ante el puñado de militares golpistas…

Leo ahora el libro de Francisco Medina sobre aquel siniestro día y no puedo dejar de observar el largo trecho entre lo que este libro cuenta y la oficialidad nos vende. La sonrisa irónica que se me aparece en la cara ante la lectura de algunos de sus pasajes, no me evita a pesar de mis esfuerzos un escalofrío, una inquietud que continuamente pregunta: pero ¿en manos de quién estamos? Los altos poderes del estado, militares, empresarios, periodistas, políticos de todas las tendencias, el propio rey… todos conspirando.

Han pasado ya veintiocho años de aquellos hechos y no deja de ser curioso donde están algunos que hicieron de la intriga palaciega su sayo. Sólo se recuerda aquella imagen más propia del siglo XIX con un guardia civil pistola en mano pegando tiros en el congreso. Qué pena que nadie mencione la reunión en Lérida, las entrevistas del rey y Armada, la aquiescencia del PSOE ante la posibilidad de tener su porción de tarta en el poder, las puñaladas de los barones de la UCD jugando a todos contra todos, las reuniones de Ansón en las que llamaba a invadir el País Vasco…. Cuando muchos de estos personajes mueran serán recordados como grandes demócratas, incluso se pondrán calles en su honor –si no las hay ya-, el telediario nos hará extensos panegíricos, encendidos elogios… Y la memoria nuevamente será enterrada en nombre del Estado y del cinismo, y el pueblo seguirá creyendo decidir lo que ya se decidió mucho tiempo atrás en un despacho.

2 comentarios

Alfonso -

Ese libro me gustó mucho, aunque le sobran cien páginas, pero claro, está escrito por un periodista y no por un historiador, por lo que a veces es un poco cargante. A veces me dió miedo. Tengo ganas de echarle el ojo al nuevo de Javier Cercas (el de Soldados de Salamina) que trata sobre el tema.

Jose Joaquin -

Curiosamente, tras ver las series también me dio por leerme el libro de Francisco Medina: "23-F: La verdad". Y mira que el libro no llega a sus últimas consecuencias y sólo insinua cosas que, por otro lado, quienes piensan un poco ya intuían.