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centaurodeldesierto

Ironía

Recuerdo hace unos meses lo que se nos remarcó la idea en el telediario con la idea de que España tenía que estar en el G-20. El presidente Zapatero hacía encomiables esfuerzos para ello desplegando a toda su diplomacia y la oposición no paraba de azuzarlo, ya que el hecho de que el país no tuviera un sillón en estas ilustres reuniones, se podía considerar poco menos que una vergüenza nacional. Bien, ZP y su séquito no sólo tienen su puesto en el G-20, sino que además no se han limitado esta vez a mirar por la ventana ante la incapacidad de entender el inglés mientras el resto de dirigentes conversan entre pasillos. Al contrario, parece que según nos cuentan algunos líderes de opinión, nuestro presidente ha servido de puente para aunar las posiciones enfrentadas del bloque europeo y del bloque anglosajón. Qué bien se siente uno cuando tiene representantes así, que patriotismo y orgullo penetra en mí cuando veo a todos esos tipos trajeados sonrientes y a un español entre ellos. Al parecer están reuniéndose en estas cumbres para limar las muescas del capitalismo y darle un rostro humano. La gran estrella es el nuevo presidente de los Estados Unidos, la gran esperanza del mundo, el tipo que está llamado a ser el nuevo Kennedy. Es una persona abierta y de gran talante, y comentan, que el entendimiento entre Zapatero y él ha sido inmediato, vamos que ha habido un flechazo entre los dos. Son muchos los que han señalado la brevedad de la cumbre, apenas un solo día, pero la celeridad en solucionar problemas y aportar soluciones de todos los líderes políticos, siempre preocupados por el bienestar de sus ciudadanos, ha sido digna del más encendido elogio. Al final se ha llegado a un acuerdo que algunos de nuestros insignes gobernantes han calificado como la mayor reestructuración del sistema económico desde Breton Woods y que se puede resumir en señalar una serie de puntos negros y líneas rojas que nuestro sistema capitalista seguro, nunca habrá de volver a pisar, gracias al apretón de manos y la foto de familia de nuestros representantes…

Nota al pie: Sin duda de los siete pecados capitales, el que más practico es el de la vanidad. Soy un vanidoso, lo admito. Me gusta que me digan lo bien que hago las cosas, que me regalen los oídos, y también evidentemente me encanta y disfruto leyéndome. Sin embargo esta lectura me ha sentado un poco regular. Su efecto laxante ha sido demoledor.

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