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centaurodeldesierto

Haití ¿para qué?

 

Con rabia miro muchas de las supuestas proclamas de solidaridad de muchos líderes políticos y grandes corporaciones hacia Haití. Obama dice que reconstruir el país tras el terremoto es prioridad de su administración (69 millones de euros, nada si lo comparamos con el enchufazo de dinero que se le dio a los bancos, causantes de la crisis mundial). Aquí en España los lacayos de Zapatero subrayan su apuesta solidaria por el pequeño país caribeño y el partido de la oposición con el insigne Rajoy a la cabeza expresan graves condolencias por lo acontecido. Los deportistas también se unen a esta fiesta solidaria y los medios de comunicación buscan enternecernos con imágenes llenas de crudeza, que sospecho no retransmitirían si hubiese ocurrido la tragedia en un país rico, y que por desgracia me inclinan a pensar que tienden a buscar más el sensacionalismo que el movernos del sillón en clara muestra de indignación. Para variar, en este país de gente distinta que es España, hasta con la Iglesia hemos topado y las declaraciones del opusino Munilla producen náuseas y el deseo de que alguna vez experimentara, quizás de manera espiritual, lo que están experimentando multitud de haitianos entre llantos, dolor y tristeza, a ver si así se pone más terreno y deja de volar en las alturas.

Hasta hace una semana Haití era una tierra olvidada, el país más pobre de América, con unos índices de desarrollo humano que se hallan en el subsuelo, con una casta política depredadora y corrupta que no hace más que transigir ante las grandes potencias, con viviendas de adobe, y donde la gente sólo tiene un trabajo: sobrevivir. Pocos eran los que habían movido un solo músculo cuando las dictaduras al servicio de Estados Unidos o Francia arrasaban al país y lo empujaban no ya al borde, sino al más profundo de los abismos. También hace unos años Haití saltó a la palestra internacional tras el derrocamiento del presidente Aristide, lo que hizo que tropas de la ONU ocuparan el país, y desde entonces las denuncias de abusos sexuales por parte de contingentes de cascos azules no han sido pocas.

Una explicación tópica sería que el terremoto de hace unos días nos muestra como la crueldad siempre se esfuerza y se afana con los más pobres, que ni a Dios ni al diablo parecen despertar la más mínima simpatía. Sin embargo una explicación más profana nos hablaría de que hace ya más de doscientos años, en lo que era entonces una colonia esclavista francesa, Toissant-Loverture lideró una revuelta de esclavos que consiguió expulsar a los amos blancos. Aquello no hizo sino despertar el temor entre criollos sacarócratas, magnates del algodón en los Estados Unidos y girondinos franceses. Desde entonces las principales potencias se han aliado para machacar a este pequeño trozo de tierra del Caribe. El resultado es la miseria. La consecuencia las víctimas y la situación caótica que ha dejado el terremoto. De aquellos polvos estos lodos.

 

1 comentario

Terry -

Que viene el lobo, que viene el lobo!!!!!!, tantas veces lo anticipamos, lo gritamos hasta la extenuación… que yo también me siento furioso, cabreado… ¡JODEEER!
… no puedo dejar de estar de acuerdo contigo, salvo en un matiz, que lejos de políticas e intereses, la prioridad son las personas que sufren esta catástrofe