Trapiello y yo
Os cuento lo que me ha pasado con el escritor Andrés Trapiello, famoso por escribir hace ya unos años un aplaudido libro sobre la actitud de los escritores españoles durante la Guerra Civil, Las armas y las letras. No contento con escribir un ensayo totalmente descontextualizado de lo que fue dicho conflicto situando en un mismo plano a vencedores y vencidos y sin una mísera nota al pie, el señor Trapiello vuelve al mismo tema ahora con una novela, Ayer no más. El País (cómo no el periódico CT –cultura de la Transición- por excelencia) le hace una entrevista al respecto y dice esto sobre la Causa General:
La Causa General se instruyó de manera atropellada y poco fiable. Me gustaría que los historiadores de izquierdas estudiaran la Causa General, que ha sido pasto de los de derechas. Lo que necesitamos es que todos estudien a todos, y todos honren la memoria de los inocentes, y todos reprueben a los criminales de ambos bandos con parecida determinación. Es obvio que hay más saña con los vencidos que con los vencedores, pero el camino del agravio lleva a todo el mundo al mismo sitio: a ninguna parte.
Para el que no lo sepa la CG fue un proceso de investigación impulsado por el franquismo para abordar “los hechos delictivos cometidos en todo el territorio nacional durante la dominación roja”. Es decir, es un examen hecho en 1940 por el bando vencedor sobre la represión en la zona republicana durante la guerra civil. Historiadores como Francisco Espinosa la han estudiado a fondo, poniendo en evidencia cómo el franquismo falseó los datos al comprobar que la realidad no se correspondía con las cifras que estimaban, dando por zanjado el asunto incluso antes de lo previsto y prometiendo publicar lo investigado, cosa que nunca llegó a suceder.
Es normal por tanto que me indignara la aseveración de Trapiello, que se dedica a pontificar a diestro y siniestro sobre la guerra civil y es bastante apreciado entre la cultura oficial y el gafapastismo.
Olvidé el asunto hasta ayer, cuando bicheando por la red vi que en El País (otra vez), Trapiello aparecía en una de esas entrevistas digitales en las que el invitado de turno contesta a lo que los internautas preguntan. Así, adopté el pseudónimo de Bajatierra, en honor al periodista anarquista muerto en Madrid pistola en mano en Marzo de 1939. Tome dicho pseudónimo, como una pequeña venganza, ya que Trapiello despreciaba al anarquista en Las armas y las letras pintándolo poco más, poco menos que como un viejo flipado que se creía que todo era de color de rosa. Aquí está mi pregunta y lo que me contestó Trapiello:
P. Hola Sr. Trapiello. El otro día le leí diciendo que los historiadores de izquierdas deberían echarle un vistazo a la Causa General. No sé si lo sabe, pero historiadores de prestigio como Francisco Espinosa lo han hecho evidenciando su carácter manipulador. ¿Lo ha leído? En caso negativo, le recomiendo modestamente Contra el olvido, La columna de la muerte y/o La justicia de Queipo. Gracias.
R. Tiene mucha razón. Creo que sería una cosa buena que los historiadores se ocuparan de todas las víctimas, porque las víctimas no lo son del franquismo o de la República. Todos sabemos que la Causa General estuvo ignominiosamente instruida y manipulada, y precisamente por eso es necesario el trabajo de historiadores por encima de las ideologías, capaces de decirnos lo que hay de cierto y de falso en esos miles de legajos. Sólo un ejemplo: Felipe Sandoval. tras el trabajo magnífico que hizo con la vida de este anarquista Carlos García Alix llegamos a la conclusión de que el testimonio de Sandoval arrancado por la policía al acabar la guerra y que figura en Causa General fue obtenido bajo tortura... y además todo lo que confesó allí era verdad.
¿De qué demonios me habla Trapiello? Por un momento dudé si había errores de algún tipo en mi pregunta, pero no, creo que se me entiende claro. Es el inefable escritor, gurú de la literatura guerracivilista el que se va por las ramas, para de paso darle una patadita al perro metiéndose con los anarquistas. El caso es que me pregunto si de verdad Trapiello sabe qué es la CG o qué libros de historia al respecto ha leído.
Finalmente de toda esta anécdota saco siniestras conclusiones. La principal es que en esta democracia vigilada que padecemos, el pasado de la guerra civil se distorsiona continuamente dándole el altavoz a personas que sin llegar a Pío Moa (no seremos tan sumarios), no han pasado en sus lecturas de Jackson y La república y la guerra civil y/o similares, al acercarse al conflicto que empezó en el 36. Es muy fácil a partir de ahí, tras una pátina de simpatía por el republicanismo, caer en el todos fuimos culpables, todos se excedieron, viva la CT. Mientras, el viejo lema “Conocer el pasado, comprender el presente, cambiar el futuro” se va por el desagüe del olvido. En nuestras manos está evitarlo.
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Anónimo -
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