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centaurodeldesierto

Las monedas de Judas

Escucho en mi puesto de trabajo –una sala de profesores de un viejo instituto público- comentarios sobre la huelga general que sitúan el discurso de los sindicatos como algo anquilosado con un lenguaje propio del siglo XIX. No sé si es la ignorancia que se dedica a reproducir lo que se nos dice por los medios de comunicación, mala fe o las dos cosas. Y es que equiparar el sindicalismo de clase y combativo de hace cien años con el de ahora de salón y perruno sólo es síntoma de no tener ni idea de lo que se está hablando. Es evidente que el capitalismo a lo largo de una centuria ha cambiado en muchas de sus formas; no en cambio en su contenido: esto es la explotación económica del hombre por el hombre, la desigualdad social y la connivencia del Estado y la ley con los sectores más acomodados.

Me causa una honda preocupación la insistencia de los medios de comunicación en criminalizar la huelga general, presentándola como un chantaje de CCOO y UGT, una cosa de tiempos pretéritos y no de este mundo de paraíso neoliberal o como algún dirigente político ha indicado la antítesis a la libertad. No es de extrañar por tanto que un gran número de medios –esos que han proliferado tanto en los últimos años con la TDT y que en cualquier otro país situaríamos en la extrema derecha- llenos de alborozo confirmaran sus propios vaticinios tildando a la huelga de fracaso y hayan lanzado titulares del tipo “Fracaso de la huelga borroka” (La Razón); cuando en realidad, aunque la movilización del 29-S no tuvo un seguimiento masivo en todos los sectores, sí que triunfó en los más productivos, caso de la industria, la construcción o el transporte. Y es que se ha insistido en la canalla que son los piquetes, en el derecho a “trabajar” de los que no quieren hacer huelga. Su supuesto derecho a ser un esquirol es la vía por la que su patrón con la complicidad del Estado y del gobierno arrebata sus derechos a sus compañeros. Las monedas de Judas.

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