Invasión USA
Con preocupación oigo el discurso del vengador Obama. En él se congratula de haber acabado con el archienemigo, a través de una operación –Gerónimo- de gráfico título. Le acusa de haber causado un daño irreparable con la muerte de más de tres mil personas y que por tal razón merecía la muerte en un ejercicio digno del mejor Chuck Norris. Me pregunto cómo reaccionaríamos si todo inquilino de la Casa Blanca, causantes ellos de tantos infortunios, muertes y desgracias (en Afganistán, Irak o América Latina), recibieran idéntico tratamiento al despachado Osama Bin Laden.
Imagino cómo se expresarían las autoridades del primer mundo, si tras la muerte del presidente de Estados Unidos en ataque terrorista, se sucedieran festejos por Bagdad, Kandahar, Teherán o Gaza. No valdrían entonces timoratos discursos como los del infame Zapatero, congratulaciones y palmadas en la espalda por haber acabado con una persona que por acción u omisión lleva tantas muertes a sus espaldas. Por el contrario las manifestaciones de repulsas serían enérgicas, considerándose un ataque básico a los derechos humanos; las condenas contra las celebraciones en algunas de las ciudades del tercer mundo unánimes. Quizás entonces se descubriera que ese comando de desarrapados que atacó la Casa Blanca cegados por su mesianismo religioso, conocían las claves para entrar en el palacio del emperador gracias a haber torturado a unos cuantos agentes de la CIA. Y entonces, todos los grandes líderes clamarían denunciando el mal paso que se estaba dando en materia de derechos inalienables de la persona. La mayoría incluso hablarían de pesadilla, de barbarie, de espanto, de terror… ¿De verdad que nada de esto ha sucedido? Porque aunque nadie haya dicho nada, a mí esos últimos epítetos que me hablan de un mundo más angustioso y carcelario y cada vez menos seguro y menos libre me suenan.
3 comentarios
Alfonso -
Miguel Ibáñez -
Imagina por un momento que EEUU es una empresa, la guerra su negocio y el pueblo sus clientes. Unos mueren por la causa, otros sufren las consecuencias, y otros subvencionan la posibilidad de que esto siga adelante trabajando en un mundo de control y miedo.
Es normal, por lo tanto, que en este caso Obama, informe a sus clientes de que su producto es el mejor, para que así la empresa pueda seguir teniendo un motivo por el que seguir trabajando en sus proyectos.
Al menos puedes estar contento, ya que tu queja en este caso no se pondrá en duda porque el cliente siempre tiene la razón :)
Pedrin -